U853, La tragedia de Block Island
Texto: Nestor Magalhães

A principios del verano americano del 2008 desembarqué en la ciudad de New London, Connecticut. Un antiguo puerto ballenero cercano a la desembocadura del río Támesis. A pesar de la incomoda y pesada mochilla que contenía todo mi equipo de buceo, estaba muy feliz pues había conseguido bucear los restos del U85, en Carolina del Norte, no hacia más de cuatro días (1).

Esta vez bucearía al U853, hundido en combate a primera hora del día 6 de Mayo de 1945. Casi al final de la Segunda Guerra Mundial. Mi anfitrión era Gary Chellis, experimentado buceador y propietario de Atlantis Dive Charters, empresa que lleva a los buceadores a los mejores puntos de buceo. Para tal misión disponíamos de una confortable y muy bien equipada lancha de 33 pies, la “Atlantis”. Gary me hospedó en un viejo barco anclado también en una marina en el río Támesis. Dormí en un colchón en el suelo de la cabina, que olía al mismo tiempo a moho a petróleo y a mar, sacudido toda la noche por las olas. Me desperté muy temprano al sonido de los "Crocs" de las gaviotas.  En cuanto al olor, bueno, parecía que estaba en el interior de un uboot, por lo menos estaba “ambientado”, ¡que cosas!

Planificamos la inmersión al U853 para dentro de tres días. Zarparíamos a las 04:50 de la madrugada. Sin confiar mucho en la alarma de mi reloj de pulsera y con miedo a quedarme dormido, pase casi toda la noche despierto. Una noche fría y oscura en que mis pensamientos rememoraban la historia del U853, y que historia.

Primeros de Mayo de 1945. La Segunda Guerra Mundial estaba finalizando. El día 4, el comandante de la marina de guerra alemana, el almirante Karl Doenitz, ordena que todos los u-boot que estuvieran realizando misiones de combate, emergieran y ondearan una bandera negra, comunicaran su posición y se dirigieran hacia el puerto aliado más cercano para rendirse.

El U853 era un sumergible del Tipo IXc/40, comisionado el 25 de abril de 1943. Desplazaba 1.100 toneladas en la superficie y 1.232 toneladas en inmersión Con cerca de 77 metros de longitud, estaba armado con 6 tubos lanzatorpedos y disponía de un total de 2 torpedos. También tenía un cañón de 105 mm (2), un cañón antiaéreo de 37 mm y dos ametralladoras antiaéreas de 20 mm, en montaje doble. El U853 zarparía de su base en Stavanger, Noruega, el 23 de febrero de 1945 y pondría rumbo a su zona de operaciones en aguas norteamericanas.

Llegaría a la zona de Nueva Inglaterra la tercera semana de abril. Pocos días después el U853 atacaría al USS.Eagle 56, un pesquero de 460 toneladas convertido en patrullero cuya zona de operaciones era la costa de Maine.

La patrullera fue alcanzada por un torpedo cuyos efectos fueron devastadores. La patrullera sería volatizada muriendo en el ataque 49 tripulantes (3).

El día 5 de Mayo de 1945 el U853 se encontraba patrullando la costa del estado de Rhode Island, al parecer no recibió el mensaje que indicaba el fin de la guerra, y atacó al SS.Black Point. Un carguero que transportaba 7.500 toneladas de carbón. El buque fue alcanzado en su popa por un torpedo acústico (4), hundiéndose en unos 15 minutos y falleciendo en el ataque 12 de sus 46 tripulantes.

Un vapor que se encontraba en la zona daría la alarma y en poco tiempo llegarían a la zona tres destructores de la US.Navy (USS Amick, USS Ericsson y USS Atherton), una fragata de la  US Coast Guard (USCG Moberly) y más tarde dos “Blimps” -dirigibles de patrulla- (5). Situado en una zona de aguas poco profundas, el U853 se posaría en el fondo de arena, guardando silencio absoluto esperando de este modo burlar a sus perseguidores. El cazador se había convertido en presa. Al ser detectado el U853 iniciaría la huida en la que sería perseguido durante 26 horas y en las que se lanzaron 200 cargas de profundidad y 264 Hedgehods (6). Sobre las 06:30 horas del día 6 de Mayo, uno de los dirigibles lanzaría una “Sono-boya” sobre una mancha de combustible que había en la superficie y que podía ser del U853. Por el amplificador se pudo oír perfectamente a la tripulación del U853. El dirigible lanzaría seis bombas y los destructores efectuaron varias pasadas lanzando cargas de profundidad y Hedgehods.

Zarpamos muy pronto y nos dirigimos hacia la posición de los restos del U853. Éramos cinco buceadores y quedé impresionado por los equipos que llevaban, eran muy sofisticados. El tiempo era muy bueno y el mar estaba en calma. Tardamos cerca de dos horas en llegar a nuestro destino, la tumba del U853. La isla de Block Island quedaba a babor de nuestra lancha, bastante cerca. Gary me había avisado de que la temperatura en el pecio era de unos 8º . Sobre mi traje de 5 mm me puse otro, también de 5mm. Con la capucha y los guantes parecía el muñeco de “Michelín”. Gary me ayudo a ponerme el lastre y las botellas y nos sumergimos.

Enseguida vi al U853, sabía que me dirigía a una tumba de guerra. Mi pareja era un cubano-americano muy simpático y bastante experimentado, llamado César. Buceamos hasta el cabo de la ancla situada a proa del U-boot. El trayecto era largo y el frío aumentaba metro a metro. Otros dos buceadores habían activado una luz estroboscópica (9), situada a proa del U853, para guiarnos. El efecto era fantasmagórico.
La proa era afilada, de formas elegantes incluso recubierta de sedimentos, una proa para cortar el agua a gran velocidad. Observé las formas redondeadas del casco, recubiertas de corales y esponjas. Una máquina letal pero bella.
Consulte mis instrumentos: 38 metros de profundidad y una temperatura de 10º.

El U853, a pesar de todo, está bien conservado. Esta situado sobre la blanca arena del fondo, en posición de navegar en cualquier momento. Llegamos a la torreta que queda perfectamente definida sobre el fondo azul del mar que nos rodea. La escotilla esta abierta, un círculo negro perfecto. Por todos lados hay restos de cabos y de redes destrozadas, un escondite perfecto para numerosos peces de colores azules y rojos. Me entró la tentación de entrar en el U853, era como si algo me llamase. Ya tenía medio cuerpo dentro del mismo. Al diablo con la prudencia, estaba entrando a través de una portal que era como viajar en el tiempo. En el interior el agua era todavía más gélida, escalofriante. Imagine a los marineros intentando salir de allí viendo como el agua hundía al sumergible.

Conseguí colocar la placa dentro del U853 a través de la escotilla de carga de torpedos de proa, en la operación me di de morros con un pez trompeta que, más asustado que yo, se refugió rápidamente en el interior del uboot.

También quisiera recordar (que momento de pensar en eso) que tres buceadores han muerto buceando los restos del U853 en los últimos años.
El último fue el experimentado Stephen Hardick en 2005 (11).

Es hora de iniciar la ascensión, tenemos que efectuar una parada de descompresión (12) antes de llegar a la superficie, pero antes nos dirigimos a la  popa del U853. Es un tipo IX y es muy largo. El regreso a la superficie tenemos que hacerlo siguiendo un  cabo amarrado entre la proa del U853 y el Atlantis. Al llegar a la zona del cañón antiaéreo de 37 mm, mi compañero me indica que tengo que seguir solo hacia la proa (el debe guiar al resto de buceadores). Tengo que encontrar el cabo y nado hacia la proa confiando en mi memoria ya que la visibilidad es mala. En situaciones como esta, las maquetas que construyo me sirven de mucho. Formas familiares me facilitan el camino de regreso. Con gran alivio para mi, consigo ver la luz estroboscópica que activamos al llegar. Menos mal ya que el manómetro del nivel del aire ya se encuentra en la zona roja. Agarro el cabo y empiezo el ascenso hacia la zona de descompresión (13). Mientras voy subiendo bajo mis pies veo como desaparece el U853, ¡él ya estaba allí antes de que yo naciera!(14).

Realizamos dos inmersiones más, ambas inolvidables.

Visitando el USS.Nautilus

Aproveché el tiempo libre para visitar la ciudad de New London y el Fort Trumbull, una fortificación utilizada por la Unión en la guerra civil norte americana.  También puse a punto mi equipo de buceo.
En esos días de espera visité la Submarine Force Library & Museum en la cercana ciudad de Groton Pais. Allí pude visitar al USS.Nautilus, el primer submarino nuclear de la historia que, a finales de los años 50 atravesó el Polo Norte sumergido. Una hazaña memorable en esa época (15).
Realicé la visita al interior del submarino, se entra por proa, por la sala de torpedos y pasas a la sala de control. ¡Es enorme comparado con los uboote!

Notas:

“... poner la mano sobre él, significa tocar un pedazo de la historia. Verse frente a frente con un instrumento letal, una arma que tuvo la capacidad de causar daños que sobrepasan los producidos en el ataque en si. Es el terror que aparece cuando el enemigo es capaz de atacar en cualquier momento sin ser visto. Restos de una avanzada tecnología, tripulada por hombres llenos de coraje y con una alta moral, hombres que formaban una fraternidad de las profundidades. Permanecer arrodillado en el fondo del mar, escuchando solamente mi respiración, en respetuoso silencio y observar aquel elegante casco, destruido en una muerte violenta, fue un acto muy emotivo. Y lo sentí.

Nestor Antunes de Magalhães

Nota de U-Historia:

Para ampliar la información referente al U853 os recomendamos consultar su ficha e historial que se encuentra dentro de la sección "Historial Uboote".

Agradecimiento:

Desde U-Historia queremos agradecer a Nestor Magalhães la posibilidad de publicar sus artículos y disfrutar de sus experiencias.