Radiogoniometría.

En varias ocasiones, en los artículos de U-Historia, nos hemos referido a la “radiogoniometría” también conocida por "radiolocalización" y a veces por "localización por triangulación".
En el siguiente artículo sintetizado por Juan Jaramillo, os explicaremos de manera sencilla que es la radiogoniometría.


Radiogoniometría. Nociones.


¿Qué es la radiogoniometría? Es la medición de ángulos gracias a la recepción de ondas de radio.
La  radiogononiometría es una serie de técnicas que nos proporcionan ayudas a la navegación. Desde que se inventó la radio, y se descubrieron las características de la propagación de las ondas radioeléctricas podemos utilizarlas para este fin.
Usando un receptor de radio y una antena directiva, podremos determinar de qué dirección proceden las emisiones que estamos sintonizando. Esta antena proporciona al receptor una señal de nivel diferente, en función de su orientación relativa respecto al emisor.

Un ejemplo muy cercano, lo tendremos muchos en nuestras casas. Es la antena de ferrita, que nos permite oír las emisoras de onda media y onda larga en nuestro aparato de radio, y que se encuentra en el interior de la carcasa. Es una barra cilíndrica de un material cerámico, sobre la cual van enrrolladas unas bobinas.

Vamos a realizar un experimento muy sencillo: Con nuestro radiocassette buscaremos una emisora de onda media que no sea de vuestra ciudad, con lo observaréis dos cosas. Que no se oye “tan fuerte” y ocurre un efecto curioso si la giráis sobre su base 360º, que encontraréis cuatro puntos singulares (dos en que la recepción es mínima –que puede desaparecer incluso- y otros dos en que la recepción es máxima).

Los U-boote llevaban en lo alto de la torreta otro tipo de antena directiva: La de aro, que visitando la sala de radio, dentro de la Visita Guiada, en la fotografía que ilustra  “sistemas exteriores de comunicación y detección” la veréis. Esta antena también posee esta directividad. Si la señal de la emisora sintonizada “entra por el aro perpendicularmente”, alcanza un máximo. Si lo hace por sus costados, baja a un mínimo.

Así pues, hay básicamente dos tareas que se pueden hacer por medios radiogoniométricos: El cálculo de la posición propia y la radiolocalización de un emisor y el seguimiento de una ruta.

Para efectuar estas tareas, necesitamos unos transmisores cuya frecuencia ofrezca unas condiciones de propagación estables a lo largo del día, y que ésta no sea excesivamente influida por la estación astronómica en la que estemos.

Las emisoras escogidas para estos usos son las de onda larga. Sus frecuencias van desde los 30 a los 300 KHz. La onda larga comercial entre 150 y 270 KHZ. La onda media comercial está comprendida entre los 530 y 1.700 KHz.

Los ejemplos que os propongo son muy simplificados. La práctica real de estas tareas es bastante más compleja. Están así descritos para que se entiendan fácilmente.


Primer caso: El cálculo de la posición propia.


En este caso nos hallamos navegando (A) y queremos averiguar nuestra posición dentro del océano. Para ello, buscaremos en una tabla tres emisores B, C y D cuyas posiciones en tierra conozcamos.

Sintonizaremos nuestro radiogoniómetro en la frecuencia B y orientaremos la antena hasta conseguir la mejor recepción. Una vez conseguida, tomaremos nota en la escala graduada –el gonio- del azimut del emisor B.
A continuación sintonizaremos nuestro radiogoniómetro en la frecuencia C y orientaremos la antena hasta conseguir la mejor recepción. Una vez conseguida, tomaremos nota en la escala graduada –el gonio- del azimut del emisor C.

Recordaros que en náutica, el azimut se mide desde el punto cardinal norte en sentido horario de 0° a 360° y se llama azimut verdadero (Azv). El azimut podrá ser magnético, si se mide respecto al norte magnético (Azm) , si se mide desde el norte compás se tendrá azimut compás (Azc), y real, si se mide desde el norte geográfico.

Por último sintonizaremos nuestro radiogoniómetro en la frecuencia D y orientaremos la antena hasta conseguir la mejor recepción. Una vez conseguida, tomaremos nota en la escala graduada –el gonio- del azimut del emisor D.

Pasamos a una carta náutica, donde aparezcan B, C y D sus correspondientes acimutes. Las coordenadas de la zona donde se cortan estas tres líneas, nos indicarán donde nos hallamos.



Segundo caso: La radiolocalización de un emisor.


Para esta tarea, necesitamos tres U-boote (E, F y G) que capten simultáneamente la misma radiotransmisión H.
Desde E sintonizaremos nuestro radiogoniómetro en la frecuencia H y orientaremos la antena hasta conseguir la mejor recepción. Una vez conseguida, tomaremos nota en la escala graduada –el gonio- del azimut del emisor H.

Desde F sintonizaremos nuestro radiogoniómetro en la frecuencia H y orientaremos la antena hasta conseguir la mejor recepción. Una vez conseguida, tomaremos nota en la escala graduada –el gonio- del azimut del emisor H.
Desde G sintonizaremos nuestro radiogoniómetro en la frecuencia H y orientaremos la antena hasta conseguir la mejor recepción. Una vez conseguida, tomaremos nota en la escala graduada –el gonio- del azimut del emisor H.

Nos trasladamos a una sala de mapas, y vamos ubicando sobre la carta náutica E, F y G.
A continuación vamos marcando sobre la carta náutica los acimutes y vamos trazando las líneas que unen cada U-boote con dichas indicaciones.

Las coordenadas de la zona donde se cortan estas líneas, nos indicarán donde se encuentra el emisor a ubicar H.



Nota:
En los casos anteriores es posible obtener una localización aproximada mediante la utilización de sólo dos puntos de referencia (triangulación).
Un ejemplo de todo lo anterior son los famosos "GPS" que tanto están de moda actualmente.

Algunos links de interés:


Artículo realizado por Juan Jaramillo Blasco para U-Historia - 2007 -

Atrás
Nota Legal y Copyright ©
Inicio
Contacto