Esta clase la formaban 4 portaviones de escolta que habían sido originalmente petroleros de la clase Cimarrón. En estos barcos se llevo a cabo una conversión mas extensa que los de las clases anteriores, tenían hangares y pistas de vuelo mas largas y, en general, eran mayores y mas rápidos. Además, retuvieron ciertas características como petroleros y pudieron, en ciertas ocasiones, operar como tales.
Eran, con mucho, los mejores de los CVEs; de hecho, debido a su gran trabajo en cometidos anti-submarinos, tras participar en los desembarcos del Norte de África fueron desplegados en el Pacifico, donde eran desesperadamente necesarios.
Fueron retirados del servicio activo poco después del final de la guerra. Fueron vendidos y desguazados en la década de los 60. |