Siguiendo con la serie de artículos dedicados a los buques pesados hundidos por Uboote, en esta ocasión trataremos del hundimiento del acorazado HMS. Barham (indicativo 04) por parte del U331.
Creo que este hundimiento debe ser de los más famosos de la Segunda Guerra Mundial, en gran parte debido a que el mismo fue fotografiado y filmado. Las impactantes imágenes del HMS Barham rodando sobre el costado, para a continuación estallar en mil pedazos, no son fácilmente olvidables.


El hundimiento del HMS.Barham


Carrera


El HMS Barham sería el cuarto acorazado de la serie “Queen Elizabeth”, botado en los astilleros John Brown de Clydebank el 24 de febrero de 1913 y finalizado en agosto de 1915. El HMS Barham y sus hermanos, fueron los primeros acorazados diseñados exclusivamente para que sus plantas motrices fueran alimentadas por combustible fuel. El espacio ahorrado en almacenaje de carbón, peso y en la altura de la sala de propulsión, permitiría la instalación de 24 calderas, que alimentaban cuatro turbinas, con lo que se conseguía una velocidad de 24 nudos. Esto, junto a unos cañones de 15 pulgadas, los más grandes hasta el momento alistados en un barco, y un buen balance entre navegabilidad y protección, hacían de la serie Queen Elizabeth la “ne plus ultra” de los diseños Dreadnought pre Primera Guerra Mundial, y todo un referente en la construcción naval.


El HMS. Barham en 1920.

El HMS Barham sería comisionado en el 5º Escuadrón de Batalla de la Gran Flota, que tomaría parte de la batalla de Jutlandia el 31 de mayo de 1916, con la flota del Vicealmirante David Beatty. En un intenso combate que duró dos horas, el Barham recibiría seis impactos directos que causarían 26 muertos y 37 heridos. Tras ser reparado en Cromarty, el HMS Barham volvería a la flota el 4 de julio y en ella continuaría hasta el desmantelamiento de la misma en abril de 1919. El HMS Barham pasaría a ser buque bandera del Primer Escuadrón de Batalla de la Flota del Atlántico hasta que en 1924 sería transferido al Mediterráneo.

En 1927/28 sería actualizado en Portsmouth, y tras un periodo en el que formaría parte de la Flota del Atlántico, sería trasladado a Portsmouth donde sería modernizado. Trabajos que durarían tres años (1930/33). Tras ser destinado al Segundo Escuadrón de Batalla de la Home Fleet, sería transferido al Primer Escuadrón de Batalla del Mediterráneo, donde serviría hasta que en diciembre de 1939 se le ordenaría regresar a casa (Inglaterra).


Empezaría con mal pie su participación en la Segunda Guerra Mundial. Navegando para unirse a la Home Fleet, el 13 de diciembre de 1939, abordaría y hundiría al destructor HMS Duchess (H64) que lo escoltaba desde Mull of Kintyre. El accidente le costaría la vida a un tripulante del acorazado y a 135 del destructor (incluido a su comandante, el teniente Robin White, que fue atrapado en su camarote de mar cuando la puerta corredera se atascó). Quince días más tarde el HMS Barham sería torpedeado por el U30 (Fritz-Julius Lemp) a la altura de Butt of Lewis. Conseguiría llegar a Liverpool bajo sus propios medios. A causa de los daños estaría los primeros cuatro meses de 1940 siendo reparado en los astilleros Cammell Laird de Birkenhead (Liverpool). Tras ser reparado, el HMS Barham se dirigiría a Scapa Flow para unirse al Segundo Escuadrón de Batalla, con quién permanecería hasta ser destinado en agosto de 1940 a la Fuerza M (Force M) para participar en la operación Menace (el ataque a Dakar en el Senegal francés). En la operación, que tendría lugar entre el 23 y el 25 de septiembre, el HMS Barham sería repetidamente alcanzado por las baterías costeras del gobierno de Vichy. Dañado se dirigiría a Freetown.

En noviembre de 1940, el HMS Barham pasaría a formar parte de la Flota del Mediterráneo y entraría de inmediato en acción, escoltando convoyes entre Malta y Alejandría, cubriendo operaciones navales y aéreas, bombardeando el puerto de Bardia en Libia (3 de enero de 1941) y participando en la batalla de cabo Matapán -el 28 de marzo- durante la cual serían destruidos tres cruceros pesados Italianos (el Fiume, el Zara y el Pola).


Trabajos de construcción en 1915

El HMS Barham y el HMS Malaya (01), eran los únicos de su serie que nunca recibieron una reconstrucción completa, y a causa de ello en 1941, pasarían a ser tratadas como unidades secundarias. Con la situación militar en el norte de África aumentando día a día, el 15 de abril, el Almirantazgo sugeriría que el HMS Barham debía tomar parte de una operación de bloqueo y bombardeo en Trípoli (el puerto principal del Eje en el norte de África). El Almirante Sir Andrew Cunningham, comandante en jefe de la Flota en el Mediterráneo, se mostraría reacio ante un plan que podría causar muchas bajas y pocos beneficios, pero a regañadientes la aprobaría. La operación se llevaría a cabo el día 21 de abril y sería un éxito. El HMS Barham continuaría operando en el Mediterráneo, y el 27 de mayo de 1942 resultaría gravemente dañado, tras ser atacado por un avión alemán en la retirada de Creta. El HMS Barham sería reparado en Durban, y volvería a unirse a la Flota en Alejandría en agosto de 1941.


Antecedentes del ataque


El 12 de noviembre de 1941, el U331 zarparía de Salamis para llevar a cabo la operación Hai (tiburón). La operación consistía en el desembarco de un grupo de siete soldados cerca de Râs Gibeisa (Líbano), que tenían órdenes de volar la línea de ferrocarril entre Salûm y Alejandría, que abastecía a las tropas Británicas. La noche del 17 al 18 de noviembre, el Oblt.z.S. Hans-Diedrich Freiherr von Tiesenhausen (Barón), desembarcaría a los soldados y a uno de sus operadores de radio en un bote hinchable, y entonces volvería a mar abierto a la espera de su regreso. Las cargas de demolición fueron correctamente colocadas, pero el equipo de demolición se llevaría una gran sorpresa al regresar a la playa. Los centinelas y el operador de radio habían sido capturados por los británicos. Encontraron el bote intacto pero volcarían al tratar de regresar al U331, también perderían la pistola de señales que tenían para poder alertar a Tiesenhausen de su regreso. Cuando von Tiesenhausen regresó a la zona para comprobar que había pasado, todo el grupo había sido capturado y las cargas desactivadas.


El U331

Tiesenhausen pondría rumbo este y estaría una semana patrullando las aguas entre Salûm y Mersa Matrûh. Sin ningún buque en su haber, el U331 vio una espectacular oportunidad de colgar su primer banderín al atardecer del día 25. Avistarían una gran formación de buques de guerra británicos que se dirigían al oeste procedentes de Alejandría. Se trataba de la Fuerza A, formada por los acorazados HMS Queen Elizabeth (R08), HMS Barham y HMS Valiant, navegando en línea acompañados de una escolta formada por los destructores HMS Decoy (H75), HMS Griffin (H31), HMS Hasty (H24), HMS Hotspur (H01), HMS Jackal (F22), HM Jervis (F00), HMS Kimberly (F50), HMS Kipling (F91), HMAS Napier (G97/D13) y HMAS Nizan (G38). El grupo actuaba de apoyo a distancia de los cruceros de la Fuerza B, que habían zarpado de Alejandría el día 24 para interceptar a un convoy italiano que se dirigía a Benghazi.

Von Tiesenhausen observaría con incredulidad, que el grupo empezaba a navegar en zig-zag acercándose al U331, con lo que se le ofrecía una oportunidad única de atacar, escurriéndose entre la pantalla de destructores. Gracias a la alta velocidad de convergencia, el U331 penetraría en la zona de cobertura sin ser detectado y von Tiesenhausen sería capaz de lanzar cuatro torpedos al segundo acorazado de la línea: el HMS. Barham.


El hundimiento


Von Tiesenhausen lograría tres impactos contra el HMS Barham, entre la chimenea y la torre “Y”, con devastadoras consecuencias para el acorazado y su tripulación. El consejo de investigación afirmaba que los daños eran tan graves que había desaparecido gran parte del casco, dejando el interior del buque a merced del mar, causando una dramática escora hacia babor, que tras una breve pausa alcanzaría rápidamente los 40 grados. Cuatro minutos más tarde, el agua ya entraba por la chimenea del acorazado. Pero lo peor todavía había de pasar. Lo que ocurriría quedaría marcado a fuego en la mente de todos los que observaban la escena, incluido el Almirante Cunningham desde el HMS Queen Elizabeth. El HMS Barham quedaría desintegrado tras una terrible explosión interna, en la posición 32º34´N-26º24E (cuadrícula CO 6858). El propio Almirante declararía:

“Fue horrible a la vista, un espectáculo horrible y sobrecogedor y más cuando nos dimos cuenta de lo que significaba”

Toda la escena fue grabada por el cámara del “Gaumont British News”, John Turner. El hundimiento del HMS Barham permanece como una de las imágenes más duras de la Segunda Guerra Mundial en el mar.


El Barham casi escorado 90º

El Consejo de Investigación, reunido en el HMS. Woolwich (F80) en Alejandría, se concentraría en dos hechos: El fracaso de la pantalla de escoltas a la hora de detectar la presencia del U331 y la causa de la explosión que destruiría al HMS Barham. De los destructores, el que más cerca se encontraba del U331 era el HMS. Jervis, el cual confirmaría que el ASDIC no era efectivo cuando se trataba de detectar a un enemigo que se acerca a proa a alta velocidad. El eco obtenido no sería confirmado ya que el Jarvis continuaría escrutando hacia proa, mientras que el U331 ya había sobrepasado la pantalla de protección. Sobre el eco detectado, el operador informaría al oficial de guardia el cual descartaría el contacto, y le ordenaría que continuara barriendo hacia proa. El consejo de investigación tomaría nota sobre el asunto en cuestión, e informaría a la escuela antisubmarina. También habría que destacar que la dotación del HMS Jervis solo había realizado un ejercicio de detección antisubmarina durante el pasado año. En una carta dirigida al Primer Lord del Mar (Sea first Lord), Almirante de la Flota Sir Dudley Pund, Cunningham no daría excusa alguna:

“De aquí hay varias cosas que aprender, una de ellas es que nuestros buques antisubmarinos están faltos de ejercicios y prácticas. Voy a relegar del servicio al sumergible HMS Otus (N92) y destinarlo como “conejito de indias” para las fuerzas antisubmarinas.”


La espeluznante explosión que acabaría con el acorazado

Experiencias posteriores, demostrarían que la eficacia del ASDIC estaba seriamente comprometida por la salinidad y las variaciones de temperatura del agua marina. Estas variaciones crean unas “capas” muy características en la zona del mar Mediterráneo. También hay que tener en cuenta la opinión del especialista en lucha antisubmarina Lt. Cdr. John Mosse, que indicó que la lucha antisubmarina en el Mediterráneo debería de mirar hacia abajo, no hacia arriba. Estas palabras son en clara referencia a la obsesión por los ataques aéreos. Sea por una cosa u otra, a partir de ese momento habría un cambio en la lucha antisubmarina en el teatro Mediterráneo.

El comité no llegaría a una clara conclusión en referencia a la explosión. Las teorías van desde una explosión masiva de las calderas producida tras la entrada de agua en la chimenea, hasta la detonación de las santabárbaras del acorazado. La causa exacta nunca se ha llegado a establecer, aunque en la actualidad, se cree que el origen podría encontrarse en la deflagración de las 110 toneladas de cordita de la munición de 15 pulgadas de popa. Sin un análisis forense de los restos, nunca podremos saber a ciencia cierta que es lo que realmente ocurrió.


Destino de la tripulación


Salvajemente sacudido a estribor tras los impactos de los tres torpedos, el HMS Barham empezaría rápidamente a escorarse a babor para terminar volando por los aires. Tras el impacto, los esfuerzos de los más de mil tripulantes para subir a cubierta y abandonar el buque, serían complicados. No solo por el impacto, a causa de la inercia el buque viraba y se hundía más por la banda de babor. A causa de los impactos, el buque quedaría inmediatamente a oscuras y el sistema de comunicaciones también quedaría fuera de combate. Bajo cubierta, los hombres intentaban llegar a las escaleras mientras el buque ya asumía un ángulo imposible. Todo lo que no estuviera sujeto caería, se vivía un auténtico y terrorífico caos. Así lo contaba uno de los supervivientes, Bryan Samuels:

“El suelo de la cocina quedaría rápidamente cubierto de aceite, grasa, agua y comida. Era imposible caminar o arrastrarse. Por suerte me pude colgar de los raíles del techo y por ellos “trepar” hasta una escotilla que daba a la cubierta principal de estribor.”


Muchos otros no tuvieron tanta suerte. En la cubierta de los botes a motor, estos se habían soltado de sus anclajes y se deslizaron arrasándolo todo a su paso, incluida a una desesperada tripulación que intentaba salvar su vida. Otros se deslizaban por la superestructura cuando la zozobra del buque (alcanzando ya los 90 grados), los lanzaría al agua. Los oficiales en el puente, colgaban como si estuvieran haciendo ejercicios en las barras paralelas. La gente escalaba las casamatas de los cañones para poder huir. Muchos se quedaron encima de la coraza del casco, esperando el rescate. El timonel Gwyn Grogan nos cuenta su huida:

“Vi al Lt. Cdr. Cobham cortando las amarras de varios hinchables. En el agua había un montón de gente. Entonces yo a regañadientes me quitaría mi par de buenos zapatos y ambos descendimos de culo hacia la quilla. Tuvimos que trepar por la quilla y nos cortamos con los moluscos que había incrustados. Tenía claro que una vez en el agua debía alejarme lo más rápido posible, para evitar la succión que se produciría si el buque se hundía. Cada uno iba por su lado. A los 20, la vida parece muy valiosa. Me agarré a un saliente de la quilla  y salte tan lejos como pude...”


La explosión desde el Queen Elizabeth

Otros, no obstante se tirarían al agua sin pensar, acabando por romperse el cuello contra alguna parte del casco. El operario de máquinas Denis Muskett, tomó la decisión de abandonar el buque saltando por la proa:

“El buque parecía que fuera a dar la vuelta y empecé a correr por el casco, que estaba lleno de moluscos, que cortaban como hojas de afeitar. Ni me daba cuenta de las heridas que me provocaban. Simplemente corría y corría, llegue al final y salté. Una vez en el agua empecé a nadar para alejarme del barco.”

Entonces se produciría la explosión. Samuels nos cuenta lo que vio:

“De pronto vi un tremendo destello, y toda la zona posterior salto por los aires. En un momento vi a los hombres y partes del buque cruzando el cielo y entonces yo también salí disparado. Todo ocurriría muy rápido, un instante en el espacio y de pronto estaba debajo del agua yéndome al fondo.”


La detonación, producida cuatro minutos después del impacto de los torpedos, fue el final para la mayoría de la tripulación. Pero no solo de los que se encontraban atrapados en su interior. Muchos fueron lanzados fuera del buque, otros resultaron muertos por los restos del propio acorazado y otros ahogados. Samuels luchaba por su vida:

“Mis pulmones ardían. Esto es el final, y lo pensé con toda la calma del mundo. Había oído que en circunstancias similares “La panoramie de la vie passée” (te pasa por la mente toda tu vida) y ahora lo estaba experimentando. No podía aguantar la respiración y abrí la boca, esperando tragar agua pero sorprendentemente, ¡era aire!. Había sido succionado por ola causada por el buque al hundirse, sacudido y enviado a la superficie.”


Supervivientes siendo rescatados

Cuando muchos llegaron a la superficie, del HMS Barham solo quedaba un rastro de humo y el misterioso silencio que suele seguir a las grandes tragedias. Rodeados por grandes rastros de fuel, habían muchos restos y las cabezas de los supervivientes (además de muertos), intentando encaramarse a cualquier cosa que aún flotara. En una de estas, el Vicealmirante Pridham-Wippell intentaba mantener el espíritu cantando partes de “There’ll Always Be an England”. La ayuda llegaría de manos del destructor HMS Hotspur, que arriaría los botes y las redes de desembarco para empezar a recoger a los supervivientes. Al anochecer el HMS Hotspur pondría rumbo a Alejandría con 337 supervivientes a bordo. Le seguirían el HMS Nizam, HMS Jervis y HMS Jackal que estuvieron buscando supervivientes hasta el día 26 al anochecer. En total rescataron aproximadamente a 445 tripulantes (863 bajas).

Literalmente, todos los rescatados estaban cubiertos de fuel y los que lo habían tragado no paraban de vomitar. Hubo todo un esfuerzo por parte de los servicios médicos para tratar de salvarlos. Algodón y baños calientes solucionaron el primer problema, pero la ingestión de combustible mantuvo a muchos durante un tiempo en el hospital. Otros tenían los tímpanos perforados, extremidades rotas o amputadas y severos daños internos. Los supervivientes serían hospitalizados o internados en el buque de reparaciones Resource, antes de ser enviados a distintos lugares para continuar con su recuperación.


Que hubiera tantos supervivientes fue toda una sorpresa y más por lo dramático del hundimiento. Entre los supervivientes se encontraba el Vicealmirante Pridham-Wippel, reconocible solamente por los galones dorados de su chaqueta. Pero el capitán Cooke (quién permanecería en el puente) y 862 tripulantes del HMS Barham se hundirían con el acorazado.

En su comparecencia en el Consejo de Investigación, el Lt. G. M. Wolfe ofreció el siguiente tributo a sus compañeros:

“El comportamiento de los hombres ha sido del más alto nivel. En el buque estaban alegres y tranquilos, intentando ayudarse los unos a los otros, y ya en el agua también fue así. Intentaban calmarse y animarse los unos con los otros, esperando pacientemente a que fueran rescatados. Incluso en el momento de ser rescatados por el Hotspur, hubo orden y todo el mundo esperó su turno.”


Un HMS.Barham "de gala" en una imagen de los años veinte

Los que quedaron atrás, fueron homenajeados en un libro conmemorativo y un par de grandes candelabros dorados fueron instalados en el altar de la abadía de Westminster de Londres. La viuda del capitán (Mrs. Constance Cook) se encargaría de recaudar donativos.

La pérdida del HMS Barham llegaría en un momento desesperado para la Royal Navy. El golpe moral y la magnitud de la tragedia, no sería admitida por el Almirantazgo hasta el 27 de enero de 1942, pasados dos meses del hundimiento. El tema era muy sensible en el Almirantazgo, y pocos hundimientos pueden haber sido tan extraños como el del HMS Barham. En diciembre de 1941, un mes antes del comunicado oficial anunciando su pérdida, Helen Duncan, una destacada espiritista, despertó las sospechas oficiales después de que dijo durante una sesión en Portsmouth, que habían tenido una visión en la que aparecía un marinero con un gorro del HMS Barham. Duncan fue puesta bajo vigilancia y posteriormente condenada a nueve meses de cárcel, para mitigar el temor que se tenía por si ella podría “ver” las zonas de desembarco de la invasión del día “D”. En Berlín, mientras tanto, el anuncio del hundimiento del HMS Barham le llevó a von Tiesenhausen la concesión de la Cruz de Caballero. No era de sorprender ya que aunque se trataba de su primer hundimiento, el HMS Barham era el mayor buque de guerra hundido hasta la fecha por un Uboot. 


El "U331" y Hans-Diedrich von Tiesenhausen


El primer uboote salido de los astilleros Nordseewerke de Emdem sería el U331, siendo comisionado en marzo de 1941. En su segunda patrulla, la noche del 29 al 30 de septiembre, el U331 cruzaría el estrecho de Gibraltar y entraría en el Mediterráneo. El U331 era uno de los seis uboote del grupo “Goeben” que cruzarían el estrecho. El Oblt.z.S. (Kplt. a partir de enero de 1942) Hans-Diedrich Freiherr von Tiesenhausen comandaría al U331 en las diez patrullas que realizaría. En 16 meses, solo lograría hundir a dos buques, pero que uno de ellos fuera el HMS Barham, y eso le aseguraba un lugar en la historia. Von Tiesenhausen sería ampliamente homenajeado en Berlín, incluso antes de que el Almirantazgo admitiera la pérdida del acorazado. La otra víctima del U331, sería el transporte de tropas USS. Leedstown (APA 56) de 9.135 toneladas, hundido el 9 de noviembre de 1942, el cual se encontraba a la deriva tras ser abandonado a la altura de Argel (cuadrícula CH 8390), después de ser atacado por la Luftwaffe.


Quizás la imagen más conocida de von Tiesenhausen, llevando una cruz de caballero "falsa" construida por su tripulación.

Hay que tener en cuenta que la carrera del U331, discurriría en una época en que el Mediterráneo era tremendamente hostil con los uboote. El 17 de noviembre von Tiesenhausen izaría la bandera blanca, tras los continuos ataques sufridos por bombarderos Hudson de la RAF. Los ataques dañaron gravemente al uboot y este no era capaz de sumergirse. Mientras un avión Hudson volaba en círculos sobre la zona, y a la espera de la llegada del destructor HMS. Wilton (L128), dos aviones procedentes del portaviones HMS Formidable (R67), vieron al sumergible y lo atacaron. Tras varias pasadas ametrallándolo, el impacto de un torpedo destruiría al U331 y parte de su tripulación sería asesinada en el agua. Von Tiesenhausen fue uno de los 17 supervivientes el cual pasaría el resto de la guerra como prisionero, primero en Inglaterra y después en Canadá. Incapaz de vivir en la Alemania de post-guerra, von Tiesenhausen regresaría a Canadá en 1951. Curiosamente entablaría una buena amistad con el Cdr.J. A .J. Dennis que era el primer teniente del destructor HMS. Griffin (H31), el destructor al que se “le escapo” el U331 el día del hundimiento del Barham. Von Tiesenhausen moriría en Vancouver en agosto del año 2000.

Nota de U-Historia: Los pilotos de los aviones que atacaron al uboot cuando ya se había rendido, serían sometidos a un consejo de guerra.


KTB del U331, patrulla del 12 de noviembre al 3 de diciembre de 1941
(PG-30402, NHB (1), bobina 1098, página 607)
Día, hora Detalles de la posición, viento, tiempo, estado del mar, luz, visibilidad, fase de la luna, etc..
Incidencias
25.XI
1430
Algunos rastros de humo a 60º.
1441
Avistado el mástil de un destructor a 70º. Distancia 12 millas, rumbo 60º, a 3/4 de velocidad.
1500 CO6857
A 15º tres acorazados (identificados por sus mástiles) a un distancia de 10-11 millas, siguiendo rumbo sur. Los mástiles primero apenas se aprecian pero rápidamente crecen y son más distinguibles.
1532
A 125º aparece un avión por delante y otros dos más alejados. Evidentemente han cambiado su rumbo hacia el oeste.
1543 Inmersión
La distancia esta disminuyendo, viramos y continuamos la aproximación sumergidos. El grupo de acorazados se dirige directamente hacia nosotros. Los tres acorazados navegan en el centro del grupo y hay varios destructores a su alrededor. La formación es como sigue: en el centro los tres acorazados en línea pero ligeramente escorados a babor del predecesor. Estan flanquados a cada lado por tres o cuatro destructores que también navegan en línea.
1600(2) CO6855
1547
A los puestos de combate! Ha llegado nuestra oportunidad, es ahora o nunca. Dos de los destructores de la banda de babor, han acelerado para situarse por delante de la proa y a babor de los acorazados. Claramente los destructores se han desplegado para una hipotética protección contra bombarderos. A profundidad de periscopio conseguimos pasar entre estos dos destructores (3). La distancia entre ellos es de 250 metros.
No tengo oportunidad de atacar el primer acorazado ya que se ha excedido el ángulo máximo de disparo (4). Viro de inmediato para atacar al segundo acorazado, sin tiempo para determinar su clase. Logro disparar a pesar de exceder el ángulo de disparo. Tengo el sol a mi espalda (5).
1619 CO6858. Viento NNE fuerza2, mar 2, nubulosidad 7, soleado, buena visibilidad
Lanzados cuatro torpedos en abanico. Distancia 375m (tiempo para el impacto de 24 segundos). Profundidad como sigue: Tubo I, 3m. Tubo III, 4m. Tubo II, 5m. Tubo IV, 4m. Inclinación 70º. Rumbo del torpedo 295º.
 
Tras 24 segundos escuchamos tres detonaciones separadas a intervales iguales a los de lanzamiento. Oimos una cuarta detonación pero mucho más tarde (6).
 
En los hidrófonos, el rumbo de este último torpedo corresponde con los ruidos procedentes del acorazado. Tras las detonaciones oimos como los mamparos se van rompiendo. Las tres primeras detonaciones no han sido tan fuertes. No he podido ver las consecuencias ya que el uboot ha tratado de subir a la superficie a causa de nuestro fuerte viraje (7). A 9.5 metros el uboot empieza a sumergirse de nuevo. Como el tercer acorazado se encuentra justo tras el atacado, no queremos que nos aborde (8). Afortunadamente oigo que conseguimos sumergirnos a toda velocidad. Pero hagamos lo que hagamos no logramos sobrepasar los 80 metros. De pronto me llegan noticias de proa, al parecer el manómetro situado allí marca mucha más profundidad. Descubrimos que el profundímetro principal (y los manometros situados en los tanques) habían sido desconectados. En la confusión del ataque hubo un error y se cerraron estas válvulas. Tras abrir las válvulas descubrimos que nos encontrábamos a 270 metros de profundidad (8). Inmediatamente soplamos tanques y activamos las bombas para frenar la caída. Poco a poco el sumergible se estabilizaría y empezaría a subir, eso si, con toda la nave vibrando. Tenemos algunas fugas, en los periscopios y en el tanque de inmersión número 3, donde hay tres fugas justo en la zona de las soldaduras. También hay una fuga en la base del motor eléctrico de babor. A causa de la presión y de la alta velocidad demandada, se ha producido un incendio en uno de los embragues, incendio que sofocamos de inmediato con un extintor. Llegamos a los 80 metros justo cuando los destructores ya habían empezado a lanzar cargas en la posición desde donde lanzamos los torpedos. Primero me escabullo hacia el norte y luego hacia el este.
1830-1840
Lanzan cuatro cargas a 250º, 8 a 200º, 12 a 190º, 2 a 260º, distancia media.
2000
2039
Superficie.
2106
Hacia el sur un resplandor ardiente.
2226
Navegando hacia el norte vemos varias sombras por delante nuestra. Alteramos el rumbo a 120º. Todavía no hemos recargado los torpedos. Distancia unas 6 millas. Intentaremos esquivarlos.
2253 Inmersión
Cambiamos el rumbo a 300º.
2329
Superficie.
2131(2)
Transmitimos Informe: 23 U-Flottille. 1619. Qu CO6855. Acorazado torpedeado (10) Tiesenhausen.

  1. PG: (Pinched German) Abreviación utilizada en los archivos de la NHB y de la NARA para "Kriegsmarine Documentation" (Documentación de la Kriegsmarine).
    NHB: Naval Historical Branch, Ministerio de Defensa, Portsmouth (Hants) originalmente en Londres.
  2. En el KTB original aparece así.
  3. La investigación determinó que se trataba del Jervis y del Grifin. El Jervis obtendría un contacto pero el Grifin no.
  4. El primer acorazado era el de Cunningham (Queen Elizabeth). La calculadora de torpedos (TZR) indicaría que el ángulo de disparo había superado los 90º.
  5. A causa del brusco giro a babor, el TZR no realizaría los cálculos correctos. Uno de los torpedos pasaría a popa del Barham.
  6. Esta cuarta detonación era la del Barham volando por los aires cuatro minutos más tarde. Lo que corrspondería a un torpedo que ha llegado al final de su carrera.
  7. No fue la brusca maniobra lo que casí hace emrger al U331, si no la pérdida subita de peso en la proa tras lanzar los cuatro torpedos (unos 6.500 kilos).
  8. HMS. Valiant.
  9. 17 metros más que la profudidad de aplastamiento calculada (250 metros). A pesar del éxito de la patrulla von Tiesenhausen recibiría una buena reprimenda por parte del B.d.U. a causa de este incidente.
  10. Hay un error en el cuadrante posiblemente al transmitir la posición.

Video del hundimiento del Barham


Fuentes consultadas:

Imágenes: Archivo U-Historia


Nota de U-Historia: Os recomendamos consultar la ficha e historial del U81 para ampliar el tema.

Artículo preparado por Dani J.Åkerberg con la colaboración de José Carlos Violat.

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